Siempre fui un alumno aplicado, para mí la escuela era sinónimo de crecimiento y la que me brindaría los recursos para alcanzar mis sueños. Desde pequeño me esforcé para estar entre los mejores alumnos, nunca reprobé ninguna materia.
Terminé una carrera universitaria, encontré un trabajo que me gustó, me casé, compré mi primer automóvil, un departamento, tuve dos hermosos hijos. Pero sin saber por qué a los 42 años me sentí perdido, estaba lleno de carencias, inseguridades, frustraciones y no sabía por qué. No me daba cuenta pero estaba viviendo una profunda crisis existencial.
Fuí a un retiro espiritual. Tres días de profundo trabajo interior con los elementos de la naturaleza, la tierra, el aire, el agua y el fuego. Podría decirte que fueron un conjunto de prácticas inocentes. Pero algo sucedió. Me dí cuenta que No era FELIZ.
A partir de ese momento emprendí un recorrido con la clara intención de encontrar el sentido de mi vida. Fue entonces cuando decidí salirme del camino trillado y explorar maneras alternativas de pensar y de vivir.
En búsqueda de la verdad comencé a formarme en terapia breve, cognitiva y conductual, coaching, pnl, yoga, regresión a vidas pasadas, chamanismo y numerología.
Durante este proceso descubrí cuál era mi lugar en este mundo, facilitar el acceso al conocimiento para que otros buscadores aprendan a ser felices y sepan para qué están aquí y eso hice, comencé a compartir las prácticas que transformaron mi vida.
Fue entonces cuando todo empezó a cobrar sentido. Los años subsiguientes son consecuencia directa de este momento, ahora mismo sólo puedo dar gracias por todas las cosas que me han sucedido y me están sucediendo.