Día Nacional de la Solidaridad: Dar para Recibir

Día Nacional de la Solidaridad

“Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor”

Madre Teresa de Calcuta (1910 – 1997)

En Argentina cada 26 de agosto se celebra el Día Nacional de la Solidaridad. Este día se fijó mediante el Decreto N.° 982 en el año 1998. Celebramos este día en honor al natalicio de la Madre Teresa de Calcuta. Un ejemplo y símbolo de solidaridad y amor al prójimo.

Esta monja católica dedicó gran parte de su vida a ayudar y asistir a los más necesitados, principalmente en la India. Sin embargo, su figura transcendió los confines de este país; llegando a ser considerada como un símbolo mundial para aquellos que respetamos y ratificamos los valores humanitarios de amor, respeto, cooperación, comprensión y solidaridad con el prójimo. Especialmente con los más excluidos y desprotegidos.

El Día Nacional de la Solidaridad es un día que nos invita a todos los argentinos y argentinas a generar conciencia sobre la importancia de ayudar a los más carenciados, en pos de promover un mundo solidario y más justo, donde todos tengamos una vida digna.

Otras fechas que celebran la solidaridad

También el 31 de agosto se celebra la solidaridad, siendo el día fijado por la ONU, en el año 2000, como el Día Mundial de la Solidaridad, en honor al movimiento social polaco “Solidarność”, cuyo dirigente Lech Walesa fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz.

Además, en el año 2005, la Asamblea General de Naciones Unidas, por medio de la resolución A/RES/60/209 decretó el 20 de diciembre como el Día Internacional de la Solidaridad Humana.

Según este organismo, esta celebración se fundamenta en la idea de que los más desfavorecidos reciban ayuda de los más acomodados, en el mundo entero.

La Madre Teresa de Calcuta, un gran símbolo de Solidaridad

Madre Teresa de Calcuta un "Símbolo de Solidaridad"Como dije antes, en nuestro país celebramos el Día Nacional de la Solidaridad en honor a esta pequeña-gran mujer.

Nacida en Skopje, Turquía (actual República de Macedonia), de padres albaneses, un 26 de agosto de 1910, bajo el nombre de Agnes Gonxha Bojaxhiu; esta mujer se destacó por su inquebrantable compromiso y dedicación hacia las personas más desprotegidas: enfermos, pobres, huérfanos, moribundos.

Pequeña por fuera, pero con una fe firme como una roca. La Madre Teresa de Calcuta dedicó más de medio siglo a cuidar a “los lisiados, los hambrientos, los ciegos, los leprosos, aquellos que no tienen hogar, todo aquel que se siente inútil, desprotegido y no amado, que se ha convertido en una carga para la sociedad y es rechazado” según sus propias palabras.

Recibió el Premio Nobel de la Paz en el año 1979 y el Bharat Ratna —el más alto reconocimiento civil que entrega la India— en 1980, por su compromiso y labor humanitaria. Además de una decena de otros premios y reconocimientos.

Murió un 5 de septiembre de 1997 en Calcuta, ese rincón del mundo donde entregó y realizó la mayor parte de su trabajo humanitario, a los 87 años, a causa de un paro cardíaco.

Convirtiéndose para siempre en un ejemplo de valores de amor, solidaridad, esperanza, respeto, comprensión y cooperación.

¿Qué es la solidaridad y por qué debemos practicarla?

Manos unidas en solidaridad

Si bien es bueno que exista un Día de la Solidaridad para celebrarlo con quienes amamos, realmente debemos ser solidarios todos los días.

La solidaridad es algo que debemos cultivar y promover cada día de nuestra vida. Y para ello no es necesario cruzar el mundo para ayudar a los más desfavorecidos, ni embarcarse en grandes proyectos o misiones, podemos practicarla en nuestro propio hogar y en nuestra comunidad, sin ir muy lejos.

Donde miremos, siempre encontraremos personas que requieren ayuda y apoyo; aquellos que de alguna manera no han tenido las mismas posibilidades y ventajas de las que disfrutamos nosotros.

Ayudar a un anciano o anciana a cruzar la calle, donar sangre, ayudar a tu abuelo o abuela con un trámite, donar esa ropa que ya no te queda y está ocupando lugar en tu armario, ceder el asiento en el ómnibus, o incluso a veces simplemente escuchar a quien necesita desahogarse… todos ellos son actos de amor y solidaridad que no implican un gran esfuerzo, pero que pueden mejorar la vida de nuestro prójimo.

Quizás parezca que no, pero estas simples acciones pueden generar grandes cambios. Recuerda lo que dijo esta hermosa mujer:

“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota.”

Madre Teresa de Calcuta

Celebremos el Día Nacional de la Solidaridad… todos los días

Manos intentando tocarseLa solidaridad es una virtud que debemos cultivar cada uno de nosotros todos los días.

Debemos velar porque cada vez seamos más las personas que promovamos en actos cotidianos este espíritu y compromiso por el bien común, este amor por el prójimo.

Te invito a que este 26 de agosto celebremos el Día Nacional de la Solidaridad, pero más aún, que practiquemos cada día este hábito que nos convierte en mejores seres humanos y en personas más útiles y comprometidas con nuestra sociedad y con el bienestar de todos los seres que habitamos este planeta.

Vivimos en un mundo donde las diferencias sociales y económicas cada día son más acentuadas. Y cada uno desde su humilde lugar puede aportar esa “gota en el mar” para forjar un mundo mejor, más justo y equitativo.

 

Para finalizar te dejo un bonito video que demuestra como un pequeño acto puede “literalmente” cambiar una vida:

 

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